Los Cangrejeros de Santurce
regresaron al BSN con la esperanza de replicar los años de gloria que tuvieron
en el pasado. Lamentablemente para ellos la historia no ha sido de esa manera
eliminándose en dos ocasiones en primera ronda de postemporada y este año en
temporada regular. La inestabilidad del equipo le pasó factura teniendo un
sinnúmero de dirigentes, refuerzos y estrellas nativas lo que está evitando la
creación de un núcleo que pueda solidificarse jugando juntos para lograr ser lo
dominante que se espera. Esta temporada no fue la excepción a pesar de que
parecía por fin serian un equipo peligroso el resultado fue todo lo contrario.
La temporada parecía comenzar
bastante bien con el anuncio de Brad Greenberg como técnico, la llegada de
Walter Hodge por medio de cambio y la contratación de Brandon Goodwin junto a
Ed Davis como refuerzos. Aunque estos refuerzos colocaron números aceptables no
fueron lo que necesitaban para ser dominantes. Otros refuerzos como Quinn Cook,
Miguel Simon, Tyler Harvey y Michael Foster no llenaron las expectativas
teniendo una corta estadía en el quinteto. Esta turbulencia en los refuerzos se
estabilizó con la unión de Will Barton y Jared Sullinger. Estos dos lograron
cargar el equipo y fue por ellos que tuvieron oportunidad de clasificar a la
postemporada aunque fallaron en el intento. En cuanto a los nativos por segunda
temporada Ángel Matías se convirtió en el jugador más importante del quinteto. Walter
a pesar de anotar en doble dígito no fue una temporada consistente y de impacto
para el equipo especialmente en asistencias. Identificando esto antes de
culminar el límite para realizar cambios consiguieron al armador Ángel
Rodríguez enviando a Chris Brady, Isaiah Palermo y Kyle Rose a los Vaqueros de Bayamón.
Este movimiento tampoco brindó muchos frutos pues al igual que Walter no pudo
promediar más de cuatro asistencias por partido. Incluso en los momentos
importantes de los partidos ninguno de estos jugadores pudo anotar los intentos
para asegurar las victorias. Esto lo vimos en el juego frente a los Leones de
Ponce que aseguró la eliminación de los Cangrejeros. Jugadores como Emmy Andújar
y Cliff Duran no tuvieron una buena temporada lo que dejó al quinteto con una
rotación muy fina junto a poca profundidad en su banquillo. Lo positivo de la
temporada fue ver la mejoría de Jayden Martínez y Emmanuel Maldonado que dieron
destellos de ser el futuro de la franquicia si les dan la oportunidad.
Cuando vamos a las estadísticas en
la temporada el equipo fue el cuarto que más puntos anotó por partido con 91.9,
primeros en rebotes con 39.8, quintos en asistencias con 20.1, terceros en
bloqueos con 3.1, octavos en porcentaje de tres puntos con 34.3% y sextos en
pérdidas con 11.7 de promedio. En cuanto a los puntos permitidos al quinteto le
anotaron 89.8 para una diferencia de +2.1. A pesar de tener una diferencia positiva
entre puntos anotados y permitidos es notable que no fueron un buen equipo
defensivo y su ofensiva dependía de que los refuerzos estuvieran cerca de los 20
puntos todas las noches junto a una gran actuación tanto de Walter como de Ángel
Matías. Precisamente el banquillo desde la primera temporada en que volvieron a
la liga está siendo su talón de Aquiles. Específicamente su rotación de hombres
grandes es una de las más pobres de la liga dependiendo de que el refuerzo en
esa posición juegue casi todo el partido. Otra situación fue la falta de una
anotador confiable desde la zona de los tres puntos convirtiendo el equipo en
uno que dependía de tiros a media distancia o penetraciones para anotar cerca
del canasto. El quinteto en ocasiones se veía sin estructura dependiendo demasiado
de las habilidades de sus estelares para conseguir anotaciones en el uno contra
uno.
El quinteto por los pasados años ha
preferido los nombres sobre los hombres añadiendo jugadores experimentados a su
plantilla sacrificando el futuro del quinteto por ganar en el presente, cosa
que no está funcionando. La inversión realizada en el equipo es una muestra
perfecta de que crear un equipo ganador no necesariamente se logra con tener varios
jugadores de nombre juntos. Los movimientos rumbo a la siguiente temporada se están
realizando en la búsqueda de esa estabilidad que no han tenido en su staff técnico
y en el núcleo de nativos. Rolando Hourruitiner entró como Director de
Operaciones y la primera contratación anunciada fue la de Edgar Padilla como Gerente
General. Padilla tiene la misión de conseguir un dirigente que se establezca
por más de una temporada con el equipo y conseguir piezas nativas que refuercen
la rotación en todas las posiciones. Al momento de este escrito la primera
firma de jugadores nativos fue la de Ángel Rodríguez quien firmó por cinco temporadas
con la franquicia.
Por:JOSEAN RAMOS
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