Los Atléticos de San Germán han tenido un inicio de temporada desafiante. Con marca de 1 victoria y 2 derrotas, los Atléticos de San Germán han tenido un arranque de temporada que mezcla competitividad, momentos de alto nivel ofensivo y algunas áreas claras de mejora. El conjunto dirigido por el experimentado Eddie Casiano ha competido con fuerza en cada encuentro, mostrando flashes de alto nivel ofensivo y presencia física en la pintura. Sin embargo, los cierres de partido, la consistencia defensiva y el control del balón son los aspectos que tienen que corregir para consolidarse como contendores en esta edición del Baloncesto Superior Nacional (BSN). El quinteto ha demostrado que puede competir ante cualquier rival, pero necesita afinar estos detalles para convertir buenas actuaciones en victorias consistentes.
San Germán inició el torneo con una dolorosa
derrota 81-80 ante los Mets de Guaynabo, en un partido que se les escapó en los
segundos finales. Luego, los Atléticos se sacudieron con una convincente
victoria 106-89 sobre los Gigantes de Carolina, en su actuación más completa
hasta ahora. Sin embargo, en su más reciente presentación cayeron 71-66 frente
a los Piratas de Quebradillas, en un partido de bajo ritmo y defensas cerradas.
Fue un duelo reñido que reflejó sus cosas positivas, pero también sus deficiencias
ofensivas en momentos críticos. En conjunto, San Germán ha anotado 84.0
puntos por juego, con una destacada efectividad de campo de 49%,
aunque pueden mejorar en el triple (31%) y desde la línea de tiros libres
(65%). Por otro lado le permiten al rival 80 puntos por juego para una
diferencia positiva +4.
El pilar ofensivo hasta el momento ha sido el
veterano Davon Jefferson, quien ha dominado en la pintura con una
combinación de eficiencia y presencia física. Jefferson promedia 15.3 puntos
por juego, lanzando para un impresionante 88% en tiros de campo,
además de liderar al equipo en rebotes con 11.7 capturas por encuentro,
consolidándose como el ancla en la pintura. Su producción ha sido constante,
aunque ha tenido problemas en la línea de tiros libres (33%), lo cual podría
ser una preocupación en partidos cerrados. Su impacto es inmediato en ambos
lados del tabloncillo, y aunque su porcentaje en tiros libres es bajo, compensa
con su presencia interior y eficiencia general.
A su lado, el armador Tjader Fernández
ha iniciado con buen ritmo, promediando 11.3 puntos y 4.7 asistencias por
juego, con una efectividad sólida de 46% desde el campo y 100% desde la
línea de libres. Si bien su porcentaje en triples es todavía bajo (30%), su
control del ritmo, su agresividad y confianza en el manejo del juego le han
permitido ganar protagonismo en la ofensiva del conjunto sangermeño como
armador titular.
Desde el banco, André Curbelo ha sido pilar
en la ofensiva con 10.0 puntos por juego y 55% en tiros de campo, además
de 4.0 rebotes y 2.7 asistencias con una eficiencia notable (55% FG, 86% FT).
Curbelo ha brindado velocidad, energía y agresividad inyectando dinamismo a la
segunda unidad, aunque también ha cometido errores por precipitación, con 2.7
pérdidas por encuentro. Si logra controlar mejor su toma de decisiones, podría
ser una pieza clave en la rotación.
En el perímetro, Eric Ayala ha sido una
presencia activa, promediando 10.7 puntos por juego, aunque con una
efectividad discreta (40% FG y 31% 3P). Su capacidad atlética le permite llegar
al aro, pero necesita mejorar su eficiencia y consistencia. También destaca E.J.
Crawford, quien ha sido extremadamente efectivo en minutos limitados: 10.0
puntos con 75% de efectividad en tiros de campo, aunque con poca
participación en los esquemas ofensivos. Su nivel amerita más tiempo en cancha.
En contraste, otros nombres importantes no han
logrado encontrar su ritmo. William Barton ha tenido un arranque frío
con 8.0 puntos por juego pero apenas 30% de campo y 31% en triples, mientras
que Cameron Clark ha sido inconsistente, con solo 5.7 puntos por partido
y 28% de campo, cifras muy por debajo de lo esperado para un refuerzo. Ambos
necesitan elevar su nivel si los Atléticos desean mantener una ofensiva
balanceada y profunda.
Antonio Gordon, por su parte, ha sido un arma silenciosa pero
eficiente. Promedia 8.7 puntos por partido con 55% de campo y 38% en triples.
Su habilidad para estirar el juego desde la posición de ala-pívot podría ser
mejor aprovechada. Gordon ha mostrado potencial para ofrecer más como
ala-pívot con tiro exterior. Podría ser
una pieza más importante si se le otorga mayor protagonismo.
Desde el punto de vista colectivo, los números
reflejan una base sólida pero no exenta de errores: 39.3 rebotes por juego
(9.3 ofensivos), 18 asistencias, 13.7 pérdidas, 5.7 robos y 16.7 faltas
personales por encuentro. Aunque la producción ofensiva ha sido buena, el
equipo aún debe mejorar en el control del balón y desde la línea de tiros
libres, donde apenas lanzan para 65%. Asimismo, los cierres ajustados —como los
de Guaynabo y Quebradillas— han evidenciado la necesidad de mayor claridad en
la toma de decisiones bajo presión. Estas estadísticas reflejan a un equipo
activo y físico, pero que aún busca consistencia en el cierre de posesiones.
En términos generales, San Germán ha mostrado
solidez física, energía en el rebote y momentos de gran fluidez ofensiva. Sin
embargo, los cierres de partidos han sido un problema, como se evidenció ante
Guaynabo y Quebradillas. Las 13.7 pérdidas por juego y la pobre eficiencia
desde la línea de tiros libres son áreas críticas a mejorar. Bajo la dirección
de Eddie Casiano, un técnico de experiencia y temperamento ganador, los
Atléticos tienen las herramientas para corregir el rumbo. La combinación de
veteranos como Jefferson, jóvenes como Fernández y talentos emergentes como
Curbelo y Gordon brinda una base interesante para crecer conforme avance el
torneo.
En resumen, los Atléticos de San Germán han
demostrado capacidad para competirle a cualquiera, como evidenció su victoria
sobre Carolina y el esfuerzo ante Guaynabo y Quebradillas. El talento joven y
la experiencia están presentes, pero la clave estará en estabilizar la
rotación, mejorar la ejecución en los momentos clave y fortalecer su identidad
defensiva. Si logran ajustar estas piezas, San Germán tiene los ingredientes
para ir en ascenso conforme avance la temporada 2025 del BSN. Con un grupo que
ya ha demostrado carácter, San Germán tiene lo necesario para convertirse en un
contendiente real. Pero para lograrlo, deberá afinar su cierre de partidos, tener
mayor aportación de los refuerzos especialmente Barton y Clark y elevar la
eficiencia en el perímetro.
Por:JOSEAN RAMOS
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