Los Osos de Manatí han iniciado la temporada
2025 del Baloncesto Superior Nacional con un nivel ofensivo que pocos
esperaban. A pesar de su corta historia reciente como franquicia, el equipo
dirigido por Iván Ríos ha dejado una huella inmediata: ritmo rápido, anotadores
eficientes, química visible y un trío de figuras establecidas. Con marca de 2-1,
en sus primeras tres salidas, Manatí derrotó 99-94 a los Criollos de Caguas,
perdió un duelo de alto voltaje ante los invictos Mets de Guaynabo (105-99), y
logró una victoria clave en la carretera 89-86 sobre los Santeros de Aguada.
Más allá del récord, el equipo ha mostrado identidad ofensiva.
Ofensivamente, los números hablan por sí solos:
99.0 puntos por juego, con un 50% en tiros de campo y 44% en triples
(12 por juego), lanzando además 72% desde la línea de libres.
También promedian 26.0 asistencias y 38.0 rebotes por partido, reflejo
de un sistema ofensivo colectivo y con buen movimiento. Manatí no solo anota, comparte
el balón, lee bien el juego y castiga cada desbalance defensivo.
El núcleo de esta explosiva ofensiva comienza
con el pívot Cheick Diallo, quien ha sido dominante en la pintura.
Promedia 24.0 puntos con 83% en tiros de campo y 15.0 rebotes por juego,
cifras que lo colocan entre los jugadores más dominantes del torneo. Diallo ha
sido virtualmente imparable cerca del aro, con gran timing en rebote ofensivo y
presencia intimidante en defensa. Si logra mejorar su porcentaje de tiros
libres (59%), podría convertirse en una fuerza aún más temida.
A su lado, Ismael Cruz ha sido una grata
sorpresa, consolidándose como uno de los tiradores más eficientes del torneo.
En tres juegos, promedia 23.0 puntos, 47% en triples (4.5 por juego) y 100%
en tiros libres. Su impacto va más allá del catch-and-shoot demostrando
madurez al tomar decisiones, atacar cuando le cierran los espacios. En un
equipo lleno de figuras, Cruz se ha ganado su lugar como referencia ofensiva.
La tercera pieza del tridente ofensivo es Norris
Cole, bicampeón en la NBA con los Miami Heat, quien ha demostrado que aún
le queda mucho baloncesto de alto nivel. Cole promedia 22.5 puntos y 4.5
asistencias, liderando la ofensiva con temple, visión y un instinto asesino
en momentos clave. Su eficiencia en triples (54%) y en tiros libres (100%)
refleja la confianza con la que está jugando.
El jugador Michael Bruesewitz se ha
destacado con promedio de 10.5 puntos con 58% en tiros de campo y 56% en
triples, además de 4.0 rebotes, 3.0 asistencias y 1.5 robos. Su capacidad
para hacer el trabajo sucio lo hace sido clave para el balance del equipo.
Bruesewitz es el tipo de jugador que no siempre resalta en las estadísticas,
pero cuya presencia es clave para las estrellas.
Desde el banco, Wilmer Lugo ha aportado
con eficiencia absoluta: 4.0 puntos con 100% en tiros de campo en apenas 18
minutos por juego, mientras que Perry Jones III, en un solo partido,
registró 8 puntos con 50% FG y 1 triple, demostrando que puede ser un
refuerzo de impacto si se le dan más minutos. También han contribuido en menor
escala Chris Ortiz, Cliff Duran y Félix Rivera, aunque con
eficiencia variable.
Uno de los aspectos más llamativos de este
grupo es su capacidad para mover el balón (26 asistencias por juego).
Esto se nota en la fluidez ofensiva y la lectura rápida de los espacios. En
defensa, si bien aún hay detalles por ajustar (permiten casi la misma cantidad
de puntos que anotan), los Osos han sido activos, promedian 5.0 robos y 4.5
bloqueos por partido, con buena defensa en el perímetro y presencia en la
pintura gracias a Diallo. Si logran reducir las pérdidas (14.5 por juego),
mejorar la eficiencia desde la línea de libres y reforzar la defensa en la
rotación secundaria, podrían ser aun mejores.
En resumen, los Osos de Manatí han sido uno
de los mejores en la primera semana del torneo. Su ofensiva fluye, sus
estrellas están produciendo, y su química es muy buena. Si la salud los
acompaña y logran corregir algunos detalles defensivos, este equipo no solo
está para llegar a la postemporada, sino para competir con los mejores del BSN.
Por:JOSEAN RAMOS
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