Los Indios de Mayagüez han tenido un buen arranque en la temporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional, con marca de 2-1 en sus primeros tres compromisos. El conjunto mayagüezano ha demostrado ser uno de los equipos más eficientes ofensivamente hasta el momento, promediando 85.0 puntos por juego con un 49% en tiros de campo, 45% en triples y 78% desde la línea de libres. A esto se suma una defensa física y una rotación que ha sabido aportar desde distintos roles.
Mayagüez abrió su campaña con una victoria
dominante sobre los Santeros de Aguada (85-65), cayeron en la carretera ante
los Vaqueros de Bayamón en un juego complicado (86-71), y se recuperaron con
una impresionante actuación colectiva para vencer a los Leones de Ponce (99-78)
en su tercera salida ratificando su capacidad de responder ante la adversidad y
ajustar sobre la marcha. La producción ofensiva del equipo no depende de una
sola figura, sino de un núcleo compacto liderado por sus refuerzos, su base
criolla sólida y una banca que cumple funciones específicas.
Estadísticamente, el equipo promedia 85.0
puntos por juego y permite 76.3, con un impresionante 49% en tiros de
campo, 45% en triples (11.0 por juego) y un sólido 78% desde la línea de
tiros libres. Estos porcentajes colocan a Mayagüez entre las ofensivas más
precisas del BSN. Además, reparten 18.0 asistencias por juego, lo que
habla de buen movimiento de balón y una estructura ofensiva con múltiples
generadores. El equipo también recoge 34.3 rebotes por partido, cifra
saludable considerando el estilo rápido y abierto que han ejecutado.
La piedra angular de esta ofensiva ha sido el
escolta Milton Doyle, quien ha exhibido clase, control y eficiencia como
principal generador. Doyle promedia 17.7 puntos, 7.3 asistencias y 4.3
rebotes por partido, con un altísimo 55% en triples y 50% en tiros de
campo, además de un perfecto 100% en tiros libres. Más allá de las
estadísticas, Doyle ha mostrado liderazgo, madurez en la lectura del juego, y
una capacidad para anotar desde cualquier zona de la cancha sin forzar. Es el
tipo de refuerzo que no solo pone puntos, sino que eleva a sus compañeros. Su
control del juego, capacidad de anotar y de crear para otros lo posicionan como
uno de los refuerzos más impactantes del torneo en este inicio.
Junto a él, el boricua Jorge Pacheco ha
consolidado su evolución como uno de los mejores guards del país. Con 16.0
puntos, 5.0 asistencias y 46% en triples, Pacheco ha asumido con
naturalidad un rol de anotar y organizar. Su toma de decisiones ha mejorado
notablemente, al igual que su eficiencia como tirador de volumen. Cuando Doyle
y Pacheco coinciden en cancha, Mayagüez tiene una de las parejas más peligrosas
del torneo desde el perímetro. Sin duda forman una de las duplas más
productivas en el backcourt del BSN.
En la pintura, el australiano Tyrell
Harrison ha sido dominante. Promedia 16.3 puntos por juego con un
altísimo 67% en tiros de campo, además de 8.0 rebotes y 1.7 bloqueos,
siendo una presencia física imponente en ambos lados del tabloncillo. Su
capacidad para finalizar en el pick and roll, proteger el aro, finalizar con
contacto y correr la cancha lo convierten en una pieza fundamental en el
esquema de Mayagüez. Además, su movilidad le permite defender cambios en el
perímetro sin quedar completamente expuesto.
Otro refuerzo, Sam Waardenburg, ha sido
muy eficiente como stretch five. Aporta 12.3 puntos, 6.0 rebotes,
58% en triples y 80% desde la línea de tiros libres, dándole al equipo la
posibilidad de abrir la cancha y crear espacios para sus penetradores. Su
versatilidad ofensiva es clave en el sistema del coach y aporta equilibrio a la
rotación interior. Siendo un ala-pívot moderno que abre la cancha con su tiro
de tres, buena lectura sin balón y siendo una amenaza constante en pick and pop
ayuda a mover las defensas rivales.
En roles de apoyo, Luis D. Cuascut ha
sido eficiente con 5.3 puntos, 60% en tiros de campo y 50% en triples,
cumpliendo como jugador de energía y defensa desde la segunda unidad. Josué
Erazo también ha tenido impacto, con 5.3 puntos y 3.7 rebotes,
aunque debe mejorar su selección de tiros (35% FG) ha sido útil como ala fuerte
de rotación con movilidad y tiro ocasional. Mientras tanto, Jeff Early Jr.
ha tenido un rol más limitado en anotación (4.3 PTS), pero ha sido eficiente en
sus oportunidades (45% FG, 40% 3P) aportando en defensa y ritmo.
Otros jugadores como Luis López, Jorge
Matos, Alonzo Ortiz y Neftalí Álvarez han tenido minutos
limitados o contribuciones puntuales, con menor peso ofensivo, aunque Álvarez
se ha mostrado eficiente con 62% FG. Luis López y Jorge Matos,
ambos veteranos del BSN, han tenido un inicio discreto, con pocos minutos
productivos. El cuerpo técnico ha utilizado bien la profundidad del equipo para
mantener intensidad sin sobrecargar a sus principales figuras.
A nivel colectivo, los Indios registran 34.3
rebotes por partido (8.7 ofensivos), 18.0 asistencias y 6.0 robos, lo que
refleja una buena circulación del balón y un esfuerzo constante en defensa. Si
bien el equipo promedia 14.0 pérdidas por juego, la mayoría han sido forzadas
en acciones rápidas o de alto ritmo, más que errores no forzados. También
lideran con un notable 11.0 triples por juego y una de las mejores
eficiencias desde larga distancia en la liga (45%).
Mayagüez ha encontrado un balance ideal entre
ataque rápido y ejecución en media cancha. Con Doyle como generador primario,
Pacheco como combo guard versátil, y una dupla interior (Harrison-Waardenburg)
que puede tanto cerrar la pintura como abrir la cancha, el equipo ha demostrado
cohesión, propósito ofensivo y lectura colectiva. Su rotación es estable, y
aunque algunas piezas del banco aún deben encontrar su ritmo, el núcleo titular
ya compite al nivel más alto del torneo.
El equipo ejecuta bien en media cancha, la
ofensiva no depende de un solo jugador, lo que hace a Mayagüez difícil de
defender. En defensa, han tenido buenos tramos, especialmente protegiendo el
aro, aunque aún pueden mejorar su intensidad en las ayudas y el cierre de
posesiones. Uno de los aspectos más valiosos ha sido su capacidad de ajustar.
La derrota ante Bayamón fue una llamada de atención que no desvió al grupo.
Respondieron con su mejor juego ante Ponce, mostrando carácter y coherencia.
Esa capacidad de resiliencia habla bien del cuerpo técnico y la química interna
del equipo.
Los próximos pasos para los Indios estarán en
seguir fortaleciendo su consistencia defensiva, proteger mejor el balón y
elevar el impacto de su segunda unidad. Pero con su ofensiva tan pulida y
figuras claves en gran forma, Mayagüez se perfila como un serio aspirante a la
parte alta de la tabla en este inicio del BSN 2025. En síntesis, Mayagüez si
logran mantener la salud y siguen afinando su defensa colectiva, los Indios no
solo son contendores al tope de la tabla, sino también candidatos serios a
llegar lejos en la postemporada del BSN 2025.
Por:JOSEAN RAMOS
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