Con una victoria y una derrota en sus primeros dos partidos de la temporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN), los Capitanes de Arecibo han dejado ver tanto el potencial competitivo de su plantilla como los ajustes urgentes que deberán hacer para convertirse en una amenaza real. El quinteto arecibeño cayó 72-66 en su debut ante los Cangrejeros de Santurce, pero se recuperó al vencer por la mínima (78-77) a los Piratas de Quebradillas en un partido de gran intensidad. Ambos partidos se decidieron en los minutos finales, un indicio claro de que el equipo tiene carácter, pero todavía está en proceso de consistencia colectiva.
En términos estadísticos, Arecibo ha promedia 72.0
puntos por juego, una cifra baja para un conjunto con varios anotadores
experimentados. Su efectividad colectiva en tiros de campo es de 43%,
con 32% desde la línea de tres puntos y apenas 43% en tiros libres,
lo cual representa un problema evidente en partidos cerrados. En defensa, sin
embargo, el equipo ha limitado a sus rivales a 74.5, y promedian 37.0
rebotes por juego (9.5 ofensivos), 14.0 asistencias, 9.0 robos y 2.5 bloqueos.
No obstante, ellos mismos han cometido un promedio de 15.5 pérdidas por
partido, lo que ha afectado su fluidez ofensiva.
El armador Pierre Jackson ha sido el
principal generador ofensivo hasta el momento, con 15.0 puntos y 5.5
asistencias por juego. Sin embargo, su rendimiento ha estado marcado por
una pobre eficiencia lanzando para 32% de campo y apenas 25% en triples,
producto de su volumen elevado (15.5 tiros por partido, 10 de ellos desde el
perímetro). Aunque su agresividad es necesaria, el equipo necesita que mejore
su selección de tiros para maximizar su impacto como armador titular.
Por otro lado, Jonathan Rodríguez ha
sido una figura clave de estabilidad y liderazgo. Promedia 12.5 puntos por
juego con un 53% en tiros de campo y 50% en triples, además de aportar 9.5
rebotes y una defensa sólida. Su experiencia y versatilidad lo han
convertido en el jugador más completo del equipo hasta ahora. A su lado, el
refuerzo Jonah Bolden ha demostrado ser una pieza valiosa en el quinteto.
Aporta 10.5 puntos y 7.0 rebotes por juego, con una notable efectividad
de 62% en tiros de campo y 56% en triples, abriendo espacios y aportando
en la ofensiva desde la posición de ala-pívot. Sin embargo, su impacto
defensivo (-10.5 en +/-) indica que el equipo aún no logra balancear su
presencia en ambos lados del tabloncillo.
El centro Dewan Hernández ha sido
consistente en rebotes con 6.5 por juego, pero su eficiencia ofensiva es
limitada con promedia 8.0 puntos con 35% en tiros de campo y 33% en libres,
además de 3.5 pérdidas por encuentro. Su rol físico es importante, pero
necesita mejorar su toma de decisiones en la pintura y capitalizar mejor las
segundas oportunidades.
En cuanto al resto del plantel, Juan Pablo
Piñeiro ha cumplido con su rol consiguiendo 9.0 puntos por juego y 50%
de campo, añadiendo 3.0 rebotes y una defensa agresiva (2 robos por juego).
Mientras tanto, Gianfranco Grafals ha aportado 4.5 puntos con 57% de
campo desde la banca, mostrando eficiencia en minutos limitados. Diego
González Pellot, por su parte, ha tenido poco impacto ofensivo, promediando
solo 3.0 puntos, aunque ha sido una opción como base de relevo. Wilfredo
Rodríguez y Brandon Davis han contribuido escasamente, con bajos
porcentajes y poca participación en la ofensiva estructurada.
Colectivamente, los Capitanes necesitan
resolver varios asuntos clave si desean aspirar a más que victorias apretadas.
Las 15.5 pérdidas por juego, la baja eficiencia desde el tiro libre
(43%) y el desequilibrio entre ofensiva individual y juego colectivo
son elementos que se debe corregir. El equipo tiene piezas con talento probado,
pero todavía no ha encontrado la fórmula ofensiva que los convierta en un
conjunto fluido y consistente.
Arecibo ha mostrado intensidad defensiva y
capacidad para responder en escenarios complejos. Sin embargo, si desea dar el
salto competitivo necesario en esta temporada 2025, deberá elevar su
eficiencia, mejorar el manejo del balón y exigir más de sus líderes ofensivos.
El potencial está ahí, pero los márgenes en el BSN son pequeños, y los
Capitanes deberán afinar sus detalles si quieren competir por lo más alto.
Por:JOSEAN RAMOS
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