En sus primeros diez partidos de la temporada
2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN), los Santeros de Aguada han tenido
un inicio cuesta arriba, con récord de 2 victorias y 8 derrotas. A pesar de que
el equipo ha sido competitivo en varios encuentros, las derrotas cerradas y la
falta de consistencia en ambos extremos de la cancha los han colocado en el
último lugar de la Conferencia B. Con un promedio de 80.9 puntos por juego el
más bajo entre los doce equipos y apenas 17.3 asistencias por encuentro, los
Santeros han evidenciado dificultades para generar ofensiva colectiva y
capitalizar oportunidades ofensivas de forma efectiva.
No obstante, el equipo ha contado con
aportaciones destacadas de sus refuerzos, quienes han sido la principal fuente
de producción. El centro Joel Soriano ha sido una figura dominante desde
su llegada. En apenas seis juegos, Soriano promedia 19.0 puntos y lidera la
liga en rebotes con 14.8 por juego, acompañado de un sólido 55% en tiros de
campo. Su presencia en la pintura ha cambiado la dinámica interior del equipo,
aportando solidez ofensiva y un ancla defensiva clara. Comparado con Jordan
Hunter, quien jugó solo dos partidos antes de abandonar el equipo, Soriano
ha tenido un impacto significativamente mayor. Hunter aportó 8.5 puntos y 3
rebotes por juego, con buena eficiencia, pero sin el nivel de impacto y
presencia que ha demostrado Soriano.
El armador australiano Nathan Sobey
también ha sido vital para el conjunto aguadeño, promediando 18.7 puntos, 3.8
asistencias y 3.2 rebotes por encuentro. Sobey ha demostrado ser un jugador con
capacidad para anotar en distintas áreas de la cancha y crear para sus
compañeros. Su agresividad ofensiva ha permitido que Aguada compita en varios
partidos, especialmente en momentos críticos. Otro refuerzo consistente ha sido
el ala-pívot Nicholas Rakocevic, quien ha mantenido una línea de
producción estable con 14.4 puntos y 7.0 rebotes por partido. Su capacidad para
anotar cerca del canasto y atacar el rebote ofensivo ha sido un complemento
efectivo al juego de Soriano.
Entre los jugadores nativos, Iván Gandía
ha sido el más destacado. En seis juegos, el armador ha aportado 15.5 puntos,
con un impresionante 38% en triples y 96% desde la línea de tiros libres. Su
capacidad para anotar desde el perímetro y crear su propio tiro ha sido un
alivio para el equipo, y junto a Sobey, ha formado una pareja ofensiva versátil
y peligrosa. Otro jugador clave ha sido Alex Abreu, quien, aunque ha
tenido una temporada discreta en cuanto a anotación (6.8 PPG), lidera al equipo
en asistencias con 4.6 por juego. Sin embargo, su baja eficiencia (33% de campo
y 24% en triples) y su impacto negativo en el +/- sugieren que necesita elevar
su nivel para consolidar su rol como organizador principal.
Por otro lado, John Holland, quien juega
como nativo en el BSN, ha tenido una campaña irregular. Promedia 9.4 puntos por
juego, pero su efectividad es baja (32% en tiros de campo y 29% en triples), lo
que ha mermado su rol como anotador. Holland es un jugador con experiencia
internacional, y se espera más de él, tanto en términos de eficiencia como de
liderazgo en cancha.
Aguada también enfrenta el reto de una segunda
unidad que ha aportado poco hasta el momento. Jugadores como Leandro Allende
y Manuel “Manny” Camper no han logrado establecerse como piezas
confiables. Allende, por ejemplo, promedia apenas 2.4 puntos en 9 minutos por
juego, mientras que Camper está por debajo de los 4 puntos con porcentajes
bajos en tiros de campo. Esta falta de profundidad ha obligado al cuerpo
técnico a depender excesivamente de sus titulares, lo que puede ser
insostenible a lo largo de una temporada exigente.
Una de las incorporaciones más recientes es la
del delantero Arnaldo Toro, quien regresa de sus compromisos en el
exterior y ya hizo su debut con los Santeros. En su primer partido, jugó 15
minutos y aportó 4 puntos y 8 rebotes, demostrando que puede ser una pieza
valiosa en la rotación interior. Toro es conocido por su fortaleza física, su
capacidad reboteadora y su enfoque defensivo, cualidades que pueden
complementar muy bien a Soriano y Rakocevic. Su presencia permitirá distribuir
mejor los minutos en la pintura y fortalecer el sistema defensivo del equipo,
algo que Aguada necesita con urgencia.
En resumen, los Santeros han mostrado destellos
individuales valiosos especialmente con sus refuerzos y el rendimiento de
Gandía pero siguen enfrentando serios retos estructurales. Para cambiar el
rumbo de su temporada, necesitarán mayor consistencia de sus nativos,
aportación real desde la banca y una integración efectiva de Toro en el esquema
de juego. Si logran consolidar su núcleo y estabilizar su rotación, aún están a
tiempo de escalar posiciones y competir por la clasificación.
Por:JOSEAN RAMOS
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