En los primeros 10 partidos de la temporada
2025 del BSN, los Leones de Ponce han tenido un arranque irregular con
marca de 3-7, colocándose en la penúltima posición de la Conferencia B.
A pesar de tener una ofensiva de 82.0 puntos por juego que sufre de
inconsistencia, particularmente en la creación de jugadas (últimos en
asistencias con 15.2 APG) y en la producción colectiva, lo que ha
dificultado cerrar partidos.
Durante este tramo, los Leones hicieron una
transición importante en sus refuerzos. Comenzaron con Frank Mason III, Erik
McCree y posteriormente Christopher Ike Anigbogu, pero estos tres ya
no forman parte del equipo. De ellos, Mason III fue el más impactante,
promediando 14.8 puntos, 4.0 asistencias y un destacado 56% en
tiros de campo y 43% en triples, brindando dirección ofensiva y
anotación eficiente. McCree también mostró eficiencia ofensiva con 10.8
puntos por juego y 44% en triples, aunque con una presencia limitada en
rebotes y defensa. Por otro lado, Anigbogu, aunque con un notable 67% en
tiros de campo, solo promedió 2.3 puntos y 1.8 rebotes en poco tiempo en
cancha, mostrando poca incidencia en el juego.
En su lugar, llegaron Matthew Mooney, James
Thompson IV y Paris Bass, quienes han tenido poco tiempo juntos en
cancha pero ya muestran distintos perfiles de impacto. Bass, quien ha
estado desde el inicio, promedia 12.9 puntos y 6.3 rebotes, aunque su
baja eficiencia (38% FG y solo 25% en triples) ha limitado su impacto real como
anotador. Mooney, en apenas dos juegos, ha dejado ver una faceta de
facilitador con 6.0 asistencias por partido, pero su efectividad de tiro
(33% FG) ha sido baja, lo que le resta peso ofensivo. Thompson IV, en un
solo partido, aportó 8 puntos y 6 rebotes en 24 minutos, mostrando
presencia interior y eficiencia (57% FG), lo cual podría ser útil si logra
establecerse en la rotación.
Los actuales refuerzos traen una mezcla de
potencial y desequilibrio: Mooney puede aportar como organizador si estabiliza
su tiro, Thompson IV ofrece ayuda interior que hacía falta, y Bass necesita
mayor consistencia en su ofensiva para ser ese anotador confiable que el equipo
necesita. A medida que se adapten, será clave que estos tres jugadores eleven
su rendimiento si los Leones quieren remontar y meterse en la conversación por
los playoffs.
En medio del difícil inicio de temporada de los
Leones de Ponce, varios jugadores nativos han comenzado a destacar por su
consistencia y aportación en ambos lados de la cancha. Uno de ellos es Jared
Ruiz, quien se ha consolidado como uno de los pilares ofensivos del equipo.
Ruiz promedia 14.4 puntos por partido, siendo el máximo anotador entre
los jugadores locales. Su eficiencia ha sido clave, con 46% en tiros de
campo y un excelente 43% desde la línea de tres puntos, lo que lo
convierte en una amenaza real desde el perímetro. Además, su capacidad para
aportar en múltiples facetas —4.9 rebotes, 1.7 asistencias y 0.7 robos— lo
convierten en uno de los más completos del equipo. Jared no solo anota, sino
que también brinda equilibrio en la rotación y es uno de los pocos jugadores
con impacto positivo en el diferencial (+1.8).
Otro jugador nativo de gran valor ha sido Jordan
Murphy, quien tiene experiencia en otras ligas. Murphy ha sido el motor del
equipo en el juego interior, promediando 14.2 puntos y 8.3 rebotes por
encuentro, lo que lo convierte en el segundo mejor rebotero entre los Leones.
Su producción ha sido constante y su eficiencia en tiros de campo (49%)
lo posiciona como uno de los más confiables dentro del esquema ofensivo. En
defensa, ha mostrado presencia aportando casi un tapón por juego y siendo pieza
esencial en la lucha por los rebotes, especialmente ofensivos.
Jezreel De Jesús, el veterano armador, también ha tenido
momentos importantes. Aunque su eficiencia ofensiva ha sido irregular (38%
FG, 31% en triples), promedia 12.4 puntos y 2.4 asistencias por
juego. Además, ha sido eficiente desde la línea de tiros libres (90%), lo cual
es vital.
Finalmente, Johned Walker, quien ha sido
utilizado principalmente como armador suplente, ha rendido de forma
sorprendente en sus minutos limitados. Con 7.2 puntos por juego, un alto
51% en tiros de campo y un 35% desde la línea de tres, Walker ha
demostrado que puede ser una opción viable para aportar ritmo ofensivo y cambio
de velocidad desde la banca.
En conjunto, estos jugadores nativos han sido
el corazón competitivo de los Leones, sosteniendo al equipo mientras los
refuerzos se ajustan y el cuerpo técnico encuentra la fórmula adecuada. Si
Ponce quiere revertir su situación y escalar posiciones en la tabla, será vital
seguir capitalizando la producción de estos jugadores locales y complementar
sus esfuerzos con refuerzos que logren establecerse y elevar el techo colectivo
del equipo.
Por:JOSEAN RAMOS
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